En la actualidad hay unas 600 empresas españolas en China, destacando en los sectores de la energía, servicios financieros, consultoría, textil, automoción, electrónica, turismo, servicios legales, y las telecomunicaciones.
Por su parte, las empresas chinas han iniciado de manera más tardía su incorporación al mercado español, mostrando interés por los sectores de los servicios financieros, turismo, electrónica, logística y energías renovables.
El mercado chino
Desde el período de apertura económica en el año 1978, bajo el gobierno de Deng Xiaoping, el país ha experimentado un crecimiento medio anual en su PIB en torno al 10%.
Esta situación ha configurado en las últimas dos décadas un mercado de consumo interno muy dinámico, que terminó de consolidarse definitivamente tras la entrada de China en OMC en el año 2001.
En la actualidad China es uno de los países más atractivos para la inversión, quedando reforzada esta idea con las últimas previsiones del FMI que señalan que la economía china superará a la estadounidense en paridad de poder adquisitivo durante el 2016.
Otro de los factores que está provocando que las inversiones en China por parte de empresas españolas sea un objetivo viable es el paulatino crecimiento del nivel adquisitivo de la población y, como consecuencia, el fortalecimiento y crecimiento de la clase media.
Además, al aumento de la clase media en China hay sumar el fenómeno de la migración interna, que está provocando una creciente urbanización de las poblaciones chinas.
La creciente urbanización de China supone para las empresas españolas una oportunidad única para la oferta de productos y servicios ante la creciente demanda interna.
En relación a los sectores que más perspectiva de crecimiento tienen en el mercado chino, destacan los bienes industriales (maquinaria y bienes de equipo), componentes de automoción, materias primas químicas, equipamiento médico y material sanitario, equipamiento ferroviario, bienes agroalimentarios, alimentación (cárnicos como el cerdo o el pescado, vino, aceite, pasta, leche, agua y chocolate), bienes de lujo (calzado artesanal, marroquinería, confección, cosméticos y productos de hogar y diseño).
Mención aparte tienen otros sectores de creciente demanda y futura consolidación, que se posicionan como los sectores con mayores oportunidades de negocio. Estos son las energías renovables, las franquicias, y la distribución comercial, la restauración, gestión hotelera, la moda y los servicios educativos.
De acuerdo con la OMT, en 2016 China se consolida como el primer destino turístico mundial. El sector hotelero lleva más de dos décadas abierto a la inversión extranjera.
Diversos estudios ponen de manifiesto que los hoteles chinos gestionados por marcas extranjeras han obtenido mejores resultados financieros que los gestionados por marcas locales.
Existen multitud de mercados de servicios aunque de muy difícil entrada y expansión para empresas extranjeras. No obstante, el aumento de la renta per cápita urbana y el envejecimiento de la población abren nuevas posibilidades en servicios como educación, ocio y comunicaciones.
¿Qué dificultades existen para las empresas españolas en China?
Según un reciente estudio sobre experiencias de internacionalización de empresas españolas en China, se pone de manifiesto que el mercado chino para empresas españolas es complejo en un primer momento, pero ofrece importantes oportunidades.
Si bien la mayoría de negocios españoles en China que han sido encuestados comentaban que el tiempo de consolidación es mucho menor. La internacionalización, por tanto, consigue alcanzar un crecimiento positivo en apenas 6 años, cuando la media en otros mercados más consolidados es de 14 años.
El conocimiento del idioma se muestra fundamental, ya que la mayor complejidad del mercado chino para empresas españolas reside en la burocracia. Esta situación afecta a los trámites de regulación de permisos de trabajo y la constitución de sociedades, así como a temas de menor importancia.
Otro de los elementos que continúa arraigado a la hora de hacer negocios en China es el “guaxi”. Las relaciones personales entre socios y clientes hacen que el aprendizaje del chino en este punto sea también un elemento diferenciador con la competencia.
Pero el uso del chino va más allá. El desarrollo de una correcta política de recursos humanos, la relación con una oficina de representación para una fase inicial o la búsqueda de un socio local que ayude a acelerar el proceso, son estrategias muy utilizadas que pueden representar experiencias contradictorias dependiendo del tipo de empresa.
Todo ello hace que el conocimiento del idioma y la cultura china sean un pilar esencial para el éxito de cualquier empresa o negocio en el mercado chino.
Consejos básicos para empresas españolas que quieran introducirse en China
Existen pues una serie de consejos básicos que pueden ayudar a anteponerse a las adversidades de un mercado desconocido, y que por obvios que puedan parecer, pueden evitarnos una entrada dificultosa en China.
1 – Marcarse unos objetivos claros y medibles y establecer unas líneas claras del tipo de negocio y la forma de entrar en el mercado.
2 – Obtener, recopilar o crear informes y datos del mercado. A veces se dan por sentado ciertas pautas que no se ajustan a la realidad, tener una buena información y contrastarla se torna fundamental en todo momento.
3 – Estar preparados para trabajar sobre el terreno en un mercado dinámico y desconocido es la mejor forma de comprender las complejidades del mismo.
4 – Anticiparnos a los riesgos que se nos pueden presentar es otro de los factores básicos que nos ayudarán a solventar cualquier inconveniente, sobre todo en aspectos logísticos.
5 – Como sabemos no hay una sola China Nos encontraremos con una gran diversidad no solo cultural e idiomática sino también de formas de trabajo e implantación, por lo que tenemos que tener bien delimitada nuestra área de acción.
6 – Establecer un buena hoja de ruta con la elaboración de un completo Bussiness Plan nos evitará quebraderos de cabeza futuros y nos ayudará a concretar nuestras estrategias y tácticas de implantación de nuestros producto o servicio en China.
7 – Respuesta rápida mediante personal cualificado en poco tiempo. Empresas como el Real Madrid, Huawei, Iberdrola, BBVA, Telefónica, Inditex, Santander o Repsol son algunos de los ejemplos de grandes empresas que han adoptado la metodología de aprendizaje de Chino de 8Belts. Esta metodología permite formar a los empleados en poco tiempo y de forma muy práctica.
Grandes empresas que dan el salto a China
La Roca Village
La popular compañía outlet comenzó hace apenas dos años en la ciudad de Suzhou. Como reconoce su directora de negocio, Elena Foguet, es necesario tener paciencia, conocer la cultura y apostar fuerte por una política diversificada de recursos humanos.
Para esta empresa, la barrera idiomática es elevada, pero una vez resuelta, el camino es mucho más sencillo y comienza un nuevo período donde la logística es la clave.
Uber
Uber es otra de las grandes compañías que ha dado el salto a China a lo grande. Bajo el paraguas de la financiación de Baidu, se encuentra instalada en cinco ciudades, y para 2016 esperan estar en cerca de cien ciudades.
La estrategia de Uber se centra en diversificar su gama de servicios y adaptarse a los gustos del consumidor chino.
La empresa tiene previsto colocar en varias ciudades puntos de recogida, semejantes a las paradas de taxis, donde conductores y pasajeros pueden encontrarse. Además, quiere dar el salto con el transporte aéreo.
Side
La empresa británica especializada en el doblaje de videojuegos ha abierto una segunda oficina en la ciudad de Shanghái.
En el caso de Side, la empresa apuesta por la calidad de sus productos y por una fuerte política de localización, trabajando cerca del lugar donde se encuentran sus consumidores.
Al igual que las empresas citadas, existen numerosos casos de empresas españolas en China que han tenido éxito en su incorporación a este nuevo mercado. Pero en todos estos casos, un buen conocimiento del chino y de los gustos del consumidor han sido los factores clave.