La publicación de la novela El problema de los Tres Cuerpos del escritor chino Liu Cixin por el prestigioso sello Nova es una excelente noticia por, como mínimo, dos razones.
En primer lugar, porque, gracias a la titánica traducción directa del chino de Javier Altayó, se pone al alcance de los lectores en castellano una obra y un escritor que han revolucionado la literatura de ciencia ficción no sólo en China sino en el mundo entero. Y, en segundo lugar, porque con esta obra se abre aún más el elenco de libros que nos llegan de China, en este caso hacia a un registro y unas expectativas que eran aún inéditas.
El problema de los Tres Cuerpos es, de hecho, la primera parte de una trilogía que apareció por entregas en una revista de ciencia ficción china en 2006 y se publicó como libro en 2008. Las dos secuelas vieron la luz en 2008 y 2010. Recientemente se ha adaptado a la gran pantalla y está previsto que la película se estrene en 2017.
La acción de la novela se inicia en la Revolución Cultural, cuando un proyecto militar chino manda señales al espacio para contactar con el mundo exterior. La señal es captada por una civilización alienígena que se propone entonces invadir la Tierra en el futuro. A lo largo de las décadas siguientes los terrícolas preparan diferentes estrategias para hacerles frente mientras se comunican con los alienígenas por medio de un videojuego virtual.
La faja que envuelve el ejemplar de la obra nos habla textualmente de:
El fenómeno editorial chino que ha vendido más de 1 millón de ejemplares y ha convencido a Barack Obama y Mark Zuckerberg. Premio Hugo 2015 a la mejor novela.
Una obra maestra, enormemente visionaria, que nos ayuda a comprender el futuro.
Una ambiciosa obra de ciencia ficción con una imaginación salvaje.
Estas expectativas, insólitas en las traducciones del chino que llegan a nuestras librerías, se cumplen con creces: El problema de los Tres Cuerpos es una obra tremendamente original en su planteamiento, repleta de creatividad y que demuestra que los numerosos premios nacionales e internacionales que ha recibido su autor, Liu Cixin, no son una mera casualidad.
De hecho, sería injusto relegar El problema de los Tres Cuerpos al género de la ciencia ficción. Si bien es cierto que se trata de una obra característica de lo que se conoce como ciencia ficción dura, caracterizada por el rigor y la importancia del componente científico dentro de la trama, la novela de Liu despliega recursos narrativos de gran originalidad que harán la lectura interesante para todo tipo de lectores. Incluso quienes suelen acudir a la literatura china ávidos por encontrar referencias históricas de todo tipo hallarán algunas pinceladas sobre el drama de la Revolución Cultural que les dejarán más que satisfechos.